ANALISIS Por Gloria Puerta

GLOBALIZACIÓN ALIMENTARIA + CONTROL DE LA INFORMACIÓN + PUBLICIDAD = DESASTRE

Por Gloria Eugenia Puerta Agudelo   

La relación que existe entre globalización y control es directa, cuando hablamos de globalización hablamos de algo que encierra todo, algo que se ha generalizado y en este caso hablamos de lo económico, de las tecnologías, de las comunicaciones que han penetrado lo social y lo cultural.  Quien tiene el poder económico tiene acceso directo a la ciencia, a la tecnología y a los medios de comunicación y decide qué informa, cómo lo informa, para qué lo informa. El control entonces lo ejercen los grandes grupos económicos, y lo hacen buscando obtener mayor riqueza, más 

consumidores y aunque suene redundante más poder para seguir controlando 

no sólo el mercado sino el mundo.

La publicidad en las masas crea necesidades, manipula conciencias, crea valores, ideologías, estereotipos. En definitiva construye el mercado y los consumidores que necesitan las grandes multinacionales. La publicidad logra globalizar al ser humano haciéndole perder su individualidad, lo desarraiga de su cultura, lo deshumaniza en tanto pierde el contacto con su realidad y lo lleva a admitir la realidad que los intereses económicos necesitan.

Como docente y sin desconocer la realidad del papel que cumplen los medios de comunicación puedo desarrollar actividades que confronten la información de los noticieros, de los programas de televisión preferidos, de la publicidad que llama nuestra atención, desarrollando trabajos y técnicas de grupo, invitando al análisis y a la crítica.

También puedo implementar el desarrollo de las competencias comunicativas que doten a los estudiantes de herramientas para que no sean receptores pasivos de la información con que se les bombardea, desarrollar prácticas que los vinculen con su realidad; invitándolos a conocer su comunidad: cómo viven, de qué viven, qué comen, cuáles son sus sueños, su ideología. Definitivamente logrando un aprendizaje significativo que les permita ser seres íntegros y capaces en una sociedad que se niega a respetarlos como seres únicos y autónomos.

POSMODERNIDAD Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Por Gloria Eugenia Puerta Agudelo                                 UNAD 2011 

En nuestra sociedad actual el individuo no tiene anclaje en su realidad, su medio no pesa o no existe en su manera de pensar o vivir. Se siente ciudadano del mundo, pues está en el lugar que quiere con sólo oprimir una tecla, ve y escucha sin darse cuenta que para nada elige, se cree libre, independiente pero ignora que su verdadera esencia se diluye.  Veleta que mueve la sociedad del consumo, manipulado y desconocido se integra a un mundo para el que no existe como individuo. No existe para el otro y el otro como realidad deja de existir para él, todo ahora es más fácil pues se da una comunicación que no cuestiona, que no retroalimenta, que no exige debate. Es una situación de la que es fundamental hacer parte, sin importar realmente si se es.

Esta renuncia al arraigo no es consciente y permite que se dé la manipulación, porque si bien se busca la información que se quiere se encuentra sólo la información elaborada con unos propósitos definidos, sin retroalimentación, sin cuestionamiento; la toma o la deja. En ningún caso se ajusta a su individualidad, responde únicamente a una necesidad global, a unos intereses del mercado, de la masificación en la que el individuo se inscribe y participa sin más voluntad que la de estar.

Hacer parte de esta sociedad es un sueño, ser diestro en el manejo de la tecnología lo hace valioso, lo llena de satisfacción por eso gran parte de su vida se gasta frente a la máquina que lo absorbe, que lo niega, que lo lleva lentamente a volverse valioso por lo que maneja, mas no por lo que es, se vuelve un ser solitario, pasivo, sedentario y el mundo ancho y ajeno se reduce a la pantalla y a cuatro paredes que lo llevan a olvidar en que realidad esta inscrito. Es ciudadano del mundo, con acceso a él, pero ignorante y perdido de sí mismo.


CULTURA Y MEDIOS MASIVOS

Por Gloria Eugenia Puerta Agudelo

Hay que reconocer la influencia de los medios de comunicación en todos los estamentos sociales de un pueblo y por ende reconocer que afecta la cultura y sus múltiples manifestaciones. ¿Cómo desconocer que se aceptan diferentes estereotipos, que se imitan y se integran a la cotidianidad? ¿Cómo justificar que se recibe una información que no se cuestiona porque en todos lados se escucha y de tanto repetirse termina convertida en verdad? ¿Cómo ignorar que se informa desde un único punto de vista, el que conviene a los dueños del poder político y económico que siempre y a la vez son los dueños de los medios de comunicación? Sabemos que ciertos personajes y ciertas ideas reciben mayor cobertura que aquellas ideas y personajes que de alguna manera se oponen a dicha hegemonía y que carecen de poder para difundir su ideología en los medios.

La cultura se va diluyendo, para darle paso a comportamientos, ideologías, sueños y luchas que son impuestas a través del cine, la TV, la Internet, etc. A diario se impone una cultura que no es la del hacer, sino la del consumir, y por ello el dinero se convierte en el mayor atractivo, pues posibilita estar a la moda y poder adquirir la gran variedad de tecnologías que si bien acercan al mundo, alejan a la par al individuo de si mismo y de sus raíces.

Acá es donde la escuela tiene que reivindicar su papel de formadora y extender sus tentáculos a todos los rincones de la sociedad para enseñar a pensar, a cuestionar, a disentir si es el caso; pero esto exige docentes críticos, comprometidos y capaces que luchen contra la masificación y homogenización. Un reto de doble vía pues deben hacerlo haciendo uso de dichas tecnologías pero sin permitir que éstas absorban o transformen la cultura y la realidad en la que esta inscrita.